lunes, 27 de julio de 2009

Guerra


El otro día recibí un privado en el Facebook de la que fue la mejor amiga de mi ex, es más la que la acogió en su casa tantas veces como hizo falta, decía así “…. A mí este tema me sobrepasa . .. . . . estos rollos deberían quedar entre vosotros dos . . .. . . lo siento pero es que me estoy sulfurando ya por este tema.”, yo también le contesté bastante borde, “. . . . .perdona pero yo siempre me he portado bien contigo . . . .. estoy harto de dar la cara por ella . .. . . . .yo no te la presenté . . . .. .”.

 Reconozco que vi la posibilidad que me contestara tipo “no quiero saber nada más de vosotros y de vuestros rollos” me hubiera dolido mucho pues me ayuda mucho su comprensión, es la única que entiende como ha cambiado mi ex, no pude evitar recordar cuando le decía a mi ex:

 -“Tienes que tener más carácter, no puedes callarte y aguantarte cuando ves que te toman el pelo”
 ¡¡¡¡¡¡COMO HA CAMBIADO!!!!!
Esto ha hecho que me dé cuenta que vivo en una guerra de falsedad donde un simple álbum de fotos es, “una pica en Flandes” y las mentiras se solapan y se entrelazan formando una espesa malla que hace imposible descubrir la verdad, una guerra donde ves a tu enemigo y lo saludas con un beso en la boca (a lo Judas) por los viejos tiempos mientras dices con ironía:
 -¿Qué tal cariño??
 Ella te cuenta sus problemas para intentar darte pena, no se ha dado cuenta que no la escucho ¿Para que oír mentiras? No se ha dado cuenta, ya es imposible que me dé pena. ¿Por qué lo hago? ¿Por qué sigo con esta guerra?

Porque estoy harto de ceder, y porque intento que se dé cuenta que va por mal camino, que deje el lado oscuro, ni por asomo volvería con ella pero mis hijos se merecen una buena madre. No pierdo la esperanza, si Dar Vader al final salva a su hijo ¿por qué no?
De hecho, el otro día la vi, estábamos hablando en mitad de la calle cuando paró una amiga, yo la salud y ella se bajó del coche pero fue directa a hablar con mi ex. -“¡¡¡¡Eres una ladrona que le habéis robado 800 euros a mi madre . . . .!!!!” Ese fue el principio de una larga lista de insultos, yo observaba casi sonriente, sé que se lo merece, entonces me fijé en mi hijo que observaba mudo e indiferente el lamentable espectáculo, no me pareció correcto así que lo subí a mi coche y me lo llevé.
 Antes de irme me fijé en María y no solo no contestó nada sino que estaba llorando, fue entonces cuando me recordó a la niña traumatizada incapaz de decir:
 -“¡Oye tío que me has pisado!
 De la cual, yo me enamoré, todavía tengo esperanza de volverla a ver.

jueves, 23 de julio de 2009

Vuelvo a casa II















Recuerdo el otro día que le pregunté a una amiga:
-“Ah ¿Encara vius amb els teus pares?
-Tió, tinc 19 anys.
 Ostras, reconozco que no la hacía tan tan joven, me imagino cuando se entere que yo vivo con mis padres con casi el doble de edad como se reirá, bueno que le vamos a hacer.
 Cuando alguien se muda siempre deja cosas, restos en el fondo de los cajones de cosas con poco valor sentimental y sin valor monetario que olvidas o bien dejas para que el que venga te ahorre el remordimiento de tirarlo a la basura, tonterías pero que, para un observador romántico como yo le parecen restos del alma que allí habitó, por eso cuando me fui a vivir solo me sentía viviendo la vida de otra persona, ahora me siento como un cangrejo ermitaño deseando encontrar una concha vacía que poder habitar, todas conservan parte del alma que allí habitó.

 En la exhabitación de mi hermano reconozco que me siento más cómodo incluso reconozco cosas que antaño fueron mías como una hucha de Snoopy en la que yo de pequeño guardaba mis ahorrillos y cuando me mudé, no recuerdo si por descuido o porque pensé que ya era grande para tener un hucha la deje en casa de mis padres y mi hermano se la apropió.
Sin embargo cuando se independizó, no sé si por descuido o apropósito la dejó en su antigua habitación y ahora les guardo unos eurillos a mis hijos en ella.
Ahora ya sé cual será mi futuro hogar y, esta prácticamente vacío, será la primera vez que pueda decorar una casa a mi gusto, creo que ya he encontrado “mi hogar”. O por lo menos, eso espero.

domingo, 19 de julio de 2009

Cosas que pasan




















Anoche estaba en el bar esperando a Ismael, cuando vi llegar la moto de Nuria, llevaba otra chica detrás, cuando se bajo, vi que era Laia, me alegre, me sorprendió un poco no verla con su marido pero últimamente iba bastante con Nuria, lo vi normal que salga a veces con alguna amiga, aunque últimamente van muchas veces juntas.

 De hecho yo había quedado con Laia por el facebook (cuanta tecnología), no hace mucho que nos conocemos, diría que hace el verano pasado, organice una cena en casa, invite a varios amigos, un de ellos me llamó y me preguntó:
-¿Te importa si traigo unos amigos más?
-No, por supuesto, cuantos más seamos mejor nos lo pasaremos.

Llegaron ella y su novio, yo apenas los conocía, los saludé y les ofrecí de lo que había. Hacia poco que se habían comprado un piso y se habían venido a vivir al barrio así que desde entonces nos vimos a menudo, yo no fui a su boda pero he visto las fotos por el facebook, se los veía muy felices como en todas las bodas.
 Desde entonces debo reconocer que he ido notando como se distanciaban poco a poco, hasta que ella se me acercó y me dijo:
-“Ya no estamos juntos, convivimos juntos pero nada mas”
 Yo le pasé el brazo por encima del hombro como simulando un abrazo por que yo entiendo lo que es eso, diría que es lo peor del matrimonio pero sin nada de lo bueno, muy duro, doy fe que es muy difícil así que me dio mucha pena.

Me empezó a contar los motivos, aunque reconozco que no me gusta emitir juicios sin haber oído las dos versiones pensé que él es de un pequeño pueblecito cuyo nombre no voy a decir pero diré que es de esos pueblos de montaña en los que te levantas una mañana de invierno con un palmo de nieve y lo encuentras normal, sales a la calle y todos te saludan porque saben tu nombre y apellidos y saben que de pequeño eras un poco gamberro, que sacabas malas notas o que con 12 años estabas colado por la hija del frutero de 16 y que robabas flores para regalárselas.

Ella, en cambio es de una ciudad que tampoco os diré el nombre pero que ha visto jugar a fútbol a Maradona, a Amrstrong correr el tour de Francia, una ciudad en la que sales de tu puerta y el vecino de al lado apenas conoce tu nombre de pila y cuando sales a la calle no ves personas, ves gente, eso sí mucha gente.
 Quizás, las dos españas de Machado, quizás el contraste entre la Cataluña rural y la cosmopolita, ha sido el problema, no sé, me falta oír la otra versión de los hechos.

domingo, 12 de julio de 2009

Mi vida III 3/4





















Bueno voy a seguir contando mi historia con Selene, ya que veo que queréis saber como acaba la historia, bueno espero que no acabe nunca, otro día me dijo que había quedado con amigas para salir, quedamos que me mandaría un SMS diciendo donde iban a ir para vernos.

Yo, ese día me arreglé conjuntado pero informal, bueno como es mi estilo, pantalón y camisa tejana que dicen que el azul resalta el color de mis ojos, baje al bar con mis amigos esperando el SMS.

Lo recibí, y me despedí de mis amigos, quizás debería haberles pedido que me acompañaran, pero no sé, no lo hice, me presente en el pub y la salude, hablamos un rato, aunque no era sitio para hablar era un sitio para bailar y eso hicimos.

 Después me dijo que se iban a una discoteca, pero que amigas se irían pronto, yo pasé por el pub donde voy siempre, salude unos cuantos amigos, me tomé un cubata y marché a la discoteca.
Allí me la encontré y cuando estuvimos soloss. . . . la besé allí donde sólo se besan los enamorados, entonces ella se apartó y me dijo:
 -“¿Por qué ahora y no hace veinte años????”
 -“No sé, últimamente estoy falto de cariño y reconozco que quería aprovecharme de ti”
 Lo sé, no debí decir eso, pero soy así de sincero, bueno, por lo menos seguimos siendo amigos, muy buenos amigos.

Penelope

Debido a mi trabajo me ha tocado trabajar muchas veces lejos de casa, diría que he estado en todos los pueblos de la provincia, pero el que más recuerdo, fue uno perdido en entre montañas y a la vera del Ebro. Lo recuerdo con cariño porque allí encontré a la que posiblemente hubiera sido la mujer de mi vida, en ese pueblo pase el mejor mes de mi vida, pero la faena me llego unos meses fuera, así que le dije: -“No llores, amor mío, volveré antes que de los sauces caigan las hojas” Ella se hizo la dura, -“Igual cuando vengas estoy ya con otro” En teoría tenia que volver pero el destino me jugo un mala pasada y no pude regresar, luego pensé que ya se habría olvidado de mi, que para ella sólo fui unos de tantos sin llegar a calar en su corazón. Pero el otro día me encontré con un compañero con el que estuve en ese pueblo trabajando y me comentó que él si que volvió a ese pueblo a la vió esperando en un banco con el bolso de piel marrón que yo le regale y el vestido que a mi tanto me gustaba. Que hacer cuando te das cuenta que el malo eres tú.

miércoles, 1 de julio de 2009

Mi vida II 1/2


-Bueno, no me gusta hablar de los demás pero hoy voy a hacer una excepción, ya os hable de Tania pero reconozco que no dije nada, dije que tenia problemas, pues si, acababa de volver a casa después de dejarlo con un pavo, una casa de la que se fue porque su padre la violaba cuando más joven, hoy día la maltrata, también tiene un cáncer en el riñón que la esta matando por dentro y fruto de esas dos cosas una depresión que le impide trabajar y empezar de nuevo.

 Ya cuando éramos amigos algún día había ido con Jimmy:
 -“Ya sé que es un machista pero se ve que yo le caigo bien, conmigo es distinto”

 Ya le estaba tirando el anzuelo, y os preguntaréis (y con vosotros medio barrio) que cebo puede usar un viejo para camelar a una jovencita muy fácil: Cocaina.

  Yo, no soy apóstol del “drogas no” pero esta historia hay que contarla con pelos y rayas, porque sí, el primer día te invita, el segundo también, el tercero le preguntas tú si no lleva nada y te dice:
 -“Tía que esto vale una pasta”

 A las dos semanas se la estas chupando por que total, no tienes un duro y no te cuesta nada hacerlo feliz,” él se porta tan bien contigo”, a los dos meses te trata como una mierda delante de todo el mundo y tú, lo aguantas con resignación porque ya eres su esclava.
 Llegado ese momento me acerqué a ella y le pregunté:

-”¿Eres feliz así?”
 -"No sé que le pasa pero cuando estas tú se ve que se pone celoso "

 Yo, me sentí fatal, me sentí culpable de ese chaparrón sin poder hacer nada, me hubiera gustado que lo mandase a la mierda, o simplemente me hubiera dicho: “socorro” o incluso un “¿tú que crees?” hubiera bastado, nunca hubo amor entre ella y yo, pero éramos buenos amigos y me la hubiera llegado a mi casa . . . . que se dejara de malos rollos con algo que me hubiera dicho Sé que no hubiera funcionado pero me da tanta pena.
No os podeís imaginar lo mal que me sabe.

Mi vida 16a















Cuando cumplí los 16 años “heredé” de mi hermano mayor una moto de 75 cc, él 7 años mayor que tenia ya una más grande y esta permanecía olvidada en un rincón del garaje cubierta de polvo.
 Un día salí a dar una vuelta, aceleré en la recta y al llegar a la curva fui a frenar y no encontré el freno trasero, se le había salido el pasador y la palanca estaba colgando, entonces me entró pánico, el freno delantero se me había estropeado dos días antes y todavía no lo había arreglado,
“¿Qué hago?, reducir marchas” Pero se me acabó la recta y me estampé contra una pared de bloques rugosos, muy rugosos una lija gigante donde yo me deje la pierna.

Recuerdo que cuando me ví en el suelo pensé: “Anda si todavía estoy vivo”, como si me hubiera encontrado de frente con la muerte, le hubiera dado dos besos y ella me hubiera dicho:

 -“Hoy no es tu día chaval, ya vendré a por ti más adelante”
 -“Cuando tú quieras, guapa, ahora ya sabes donde vivo”

 Recuerdo que el manillar me había hecho un agujero por el que se me veía la tibia perfectamente, no voy a describirla, todos hemos visto huesos alguna vez, llegué al medico, me curaron, no me pusieron escayola ya que cada semana tenían que abrir y curar las heridas, me pusieron un vendaje compresivo hecho con un papel de celulosa químicamente igual al papel higiénico pero, no veas que moqueo cogió el medico cuando dije que era papel de water.

 Con el tiempo se curaron las heridas, se soldó el hueso y el doctor, con esa simpatía de los médicos de la seguridad social me dijo:

 -Chaval, yo ya te he curado la pierna ahora es tu problema.

 Hoy día, lo llaman rehabilitación, la cuestión es que, tuve que volver aprender a andar, sí ese gesto que hacemos sin pensar, a mí se me había olvidado, pero bueno aprendí a andar, entonces faltaba el último paso.

 Una mañana bajé al garaje y me miré la moto, el manillar torcido y el faro roto demostraban que ella también había sufrido, le limpie el polvo, me subí y la puse en marcha, cuando oyes el motor nuevamente, un escalofrío te recorre el cuerpo.

Primera y sales andando. Vas con miedo, sabes que te puede hacer daño, mucho daño pero aún así estas dispuesto a correr el riesgo, con el tiempo le vuelves a coger confianza y vuelves a arriesgar.

 Creo que existe un paralelismo entre ir en moto y el amor, como si al acabar una relación se te rompiera un hueso en el alma, pero también se curan y luego sólo queda una cicatriz, un recuerdo, y después vuelves otra vez a querer a otra persona.

Pero cuando echo la vista atrás no me pesan ni los huesos rotos, ni los amores olvidados, me pesan los errores cometidos y las promesas que no llegué a cumplir.